Cómo limpiar los ojos y oídos de tu mascota con seguridad

El cuidado diario de los ojos y oídos de perros y gatos es una parte importante de su bienestar general. Aunque no se trate de una limpieza profunda ni de tratamientos médicos, mantener estas áreas limpias y libres de acumulación puede prevenir molestias y ayudar a identificar señales tempranas de incomodidad. En este artículo aprenderás cómo realizar esta tarea de manera segura y respetuosa con tu mascota.

La importancia de la higiene en ojos y oídos

Ambas zonas son sensibles y propensas a acumular suciedad, polvo, secreciones y residuos del entorno. En los ojos, esto puede provocar lagrimeo excesivo o pequeñas costras que incomodan al animal. En los oídos, especialmente en razas con orejas largas o caídas, puede haber acumulación de cerumen o humedad, generando mal olor o irritación.

Una rutina de limpieza suave y regular puede evitar molestias y mantener a tu mascota más cómoda en el día a día. Es importante destacar que esto no sustituye una evaluación veterinaria si hay síntomas persistentes, pero sí contribuye al cuidado diario responsable.

Herramientas necesarias para una limpieza segura

Antes de comenzar, es fundamental tener a mano los elementos adecuados. Para limpiar los ojos y oídos sin riesgos, necesitarás:

  • Gasas estériles (nunca uses algodón que se deshilacha)
  • Agua tibia o solución salina (nunca agua con jabón)
  • Toallitas húmedas específicas para mascotas (opcional)
  • Una toalla para envolver suavemente al animal si es muy inquieto

Es recomendable evitar hisopos o bastoncillos de algodón para los oídos, ya que pueden empujar la suciedad hacia el canal auditivo y causar daño si se insertan demasiado.

Cómo limpiar los ojos de perros y gatos

El procedimiento para la limpieza ocular debe ser suave, sin presionar ni forzar al animal. Sigue estos pasos:

  1. Lava tus manos antes de empezar
  2. Toma una gasa estéril y humedécela con agua tibia o solución salina
  3. Limpia suavemente desde el lagrimal hacia afuera, siempre en la misma dirección
  4. Usa una gasa nueva para cada ojo, incluso si el animal no tiene signos de irritación

La limpieza debe hacerse cuando observes secreciones secas o acumuladas. No es necesario hacerlo todos los días si no hay residuos visibles. En razas con pliegues en el rostro, como bulldogs o persas, puede ser necesario hacerlo con mayor frecuencia.

Cómo limpiar los oídos de forma segura

Para la higiene de las orejas, es importante observar primero si hay exceso de cerumen visible, mal olor o humedad. Si no hay signos evidentes, una limpieza semanal puede ser suficiente. Sigue estos pasos:

  1. Usa una gasa estéril levemente humedecida
  2. Limpia la parte externa y los pliegues visibles de la oreja con suavidad
  3. No introduzcas nada en el canal auditivo
  4. Si la mascota tiene orejas muy peludas, verifica que no haya pelos atrapando suciedad

Si tu perro o gato tiene costumbre de bañarse o nadar, es especialmente importante secar bien sus orejas después, para evitar que quede humedad acumulada que favorezca hongos o infecciones.

Cómo acostumbrar a tu mascota a este tipo de cuidado

Muchos animales no están familiarizados con este tipo de manejo y pueden mostrarse incómodos o asustados. Por eso, es clave actuar con calma y convertir la limpieza en una experiencia positiva. Puedes:

  • Acariciar al animal antes y durante el proceso
  • Hablar con voz suave para tranquilizarlo
  • Ofrecer una recompensa después del cuidado

Si es necesario, puedes hacer la limpieza en etapas cortas, especialmente si el animal está inquieto. A medida que lo repitas de forma rutinaria, irá asociando la experiencia con momentos de cariño y cuidado.

Señales de alerta a observar

Aunque no abordaremos aspectos clínicos, es importante conocer algunos signos que indican que podría haber un problema mayor, y en cuyo caso no se recomienda seguir limpiando en casa:

  • Secreciones amarillentas, verdosas o con mal olor en los ojos o oídos
  • Inflamación visible o enrojecimiento persistente
  • Rascado constante en las orejas o frotamiento de los ojos
  • Pérdida de equilibrio o inclinación de la cabeza

Ante cualquiera de estos signos, lo más prudente es dejar la limpieza y buscar orientación profesional.

Frecuencia recomendada según la mascota

Cada animal es diferente y puede necesitar una frecuencia distinta. En general:

  • Perros de orejas caídas: limpieza de oídos 1 vez por semana
  • Gatos de pelo largo: limpieza de ojos cada 2 o 3 días si hay secreción
  • Perros activos o con contacto con el exterior: revisión semanal de ojos y oídos
  • Mascotas que se ensucian fácilmente: adaptar la limpieza según necesidad

La clave está en la observación y en crear una rutina flexible y suave que se adapte a la realidad del animal.

Un momento de conexión

Más allá del objetivo práctico de mantener la higiene, estos momentos de cuidado son también oportunidades para fortalecer el vínculo con tu mascota. Al dedicarle tiempo, atención y caricias durante la limpieza, estás transmitiendo protección y confianza.

No se trata de una tarea rápida o automática, sino de una rutina consciente que refuerza el lazo afectivo y demuestra cuánto te importa su bienestar.

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